«Este edificio está desvalorizado, pero a mí me gusta mucho. Por eso tengo mi oficina ahí», dice Humberto Schiavoni mientras señala el histórico inmueble Senador Alfredo Palacios, que vive a la sombra del impactante palacio del Congreso.
Mientras posa para la foto, el legislador por Cambiemos cuenta que su raíz política es el frondizismo («igual que mi padre, mi origen está en el desarrollismo»), cuenta las discusiones técnicas que tiene con el ministro Rogelio Frigerio acerca del arte de cebar mate («¡quiere discutir con un misionero!») y, aunque no lo dice, podría jactarse de ser uno de los que conocen la trama política de los últimos años más a fondo. Es que, además de ser uno de los arquitectos del armado del PRO, Schiavoni fue jefe de Gabinete y secretario general de la Presidencia en los días más calientes de las últimas décadas.
Sí, aunque pocos lo registran, el hoy senador acompañó a Ramón Puerta en su presidencia entre el 21 y el 23 de diciembre de aquel dramático 2001. ¿Qué recuerda de aquella odisea? «Es para escribir un libro. Yo siempre bromeo con Marcos Peña y Fernando de Andreis que yo solo hice el trabajo de los dos. Fueron días realmente muy difíciles, no había plata en los cajeros para pagarles a los jubilados. La intención de Puerta y de todos los que lo acompañamos fue respetar la institucionalidad y seguir los pasos que marcaba la Asamblea Legislativa, para dar paso al siguiente presidente, que fue Adolfo Rodríguez Saá«, memora. Volviendo a la coyuntura, el próximo desafío que afrontará el titular del PRO a nivel nacional es la aprobación del Presupuesto 2019. Por ahí arrancamos.
–En la próxima batalla en el Senado, Alberto Rodríguez Saá anticipó que no iba a votar «el presupuesto del FMI».
–El panorama del próximo presupuesto es de un ajuste muy grande para llegar al déficit cero. ¿Hay chance de que no impacte en los más pobres?
–Todo proceso que produzca modificaciones en el tipo de cambio tiene efectos sobre la inflación, que está castigando a muchos sectores. No obstante, hay medidas de carácter económico y social que preservan a los más desprotegidos. El aumento de la AUH (Asignación Universal por Hijo) va a hacer que esos sectores no sufran tanto. Por otra parte, estas nuevas reglas macroeconómicas favorecen al mercado externo. Hay muchas actividades que hoy pueden exportar y pasan a ser competitivas respecto de lo que viene de afuera.
–El año que viene, la Argentina tiene vencimientos por 24.000 millones del pago de deuda. En ese contexto, ¿las retenciones llegaron para quedarse?
–No. La filosofía de las retenciones es la siguiente: primero, que duren un tiempo determinado; segundo, son previsibles en cuanto a su escala; y tercero, existe un contexto macroeconómico que claramente favorece al sector que exporta. Por lo tanto, es lógico que ese sector contribuya al esfuerzo de los argentinos. Y esto termina en diciembre de 2020.
–Ahorrar con la fusión del Ministerio de Salud con Desarrollo Social generó muchas críticas…
–Creo que, más que el ahorro, se privilegió el funcionamiento, con áreas más centralizadas. El Ministerio se llama ahora de Salud y Desarrollo Social. Recordemos que el área está descentralizada en las provincias y el funcionamiento de los hospitales depende de ellas desde 1993.
–Hablando de temas de salud, usted tuvo una posición muy diferente al resto de los senadores norteños en el debate sobre la Ley del Aborto. ¿Hubo coletazos dentro de su bloque?
–Como senadores tenemos el deber de legislar para el bien de la sociedad. Si me hubiera regido por lo que se decía en mi provincia, debería haber votado en contra, pero me centré en el avance en los derechos individuales de las mujeres. Obviamente hubo divisiones internas, pero no sólo en Cambiemos, sino en toda la Cámara. Y se pudieron manejar con mucha altura. No hubo posiciones fanatizadas.
–¿El Presidente perdió la oportunidad de quedar en la Historia si se sancionaba bajo su mandato la ley más progresista de los últimos tiempos?
–Yo estoy convencido de que habría sido un gran avance. No obstante lo cual creo que ha sido un escalón superador a lo que teníamos. Y no descarto que tengamos escenarios muy distintos a partir de ahora.
–Si lo mira en perspectiva, ¿qué trascendencia le da a la causa de los cuadernos?
–Creo que va a ser un antes y un después en la necesidad de que transparentemos el Estado. A partir de ahora, ningún proceso de contratación va a tener la misma mirada. Ansío que tengamos conductas más trasparentes, que privilegien el bien público y no el enriquecimiento particular.
–Desde la oposición critican el proceder del juez Bonadío. Aseguran que no se respetó el debido proceso y que las declaraciones de los empresarios fueron forzadas. ¿Importan las formas?
–Todas las normas que hacen a las garantías constitucionales tienen que respetarse a rajatabla. El instituto del arrepentido tiene sus condiciones: uno puede aportar datos que sean creíbles y, además, comprobables. No es que uno dice cualquier cosa y sale libre. Por lo tanto, no creo que esto sea así.
–¿Y qué piensa de la situación de los empresarios? Si pagaron coimas, ¿es justo que reciban penas menores?
–Estamos hablando de normas del Código Penal. Hay tipos penales, jueces y cámaras que van a determinar la pena que les corresponda. Además, todavía no hay condenas, así que no sabemos cuán livianas o pesadas serán. Tengamos en cuenta que, en derecho penal, las conductas se aplican de acuerdo a un tipo penal. Y ahí hay que aplicar la ley.
–¿Cuál es su posición sobre el desafuero de la ex presidenta Cristina Fernández?
–Nosotros tomamos una posición en Senadores, no sólo para el caso de la ex presidenta, sino para cualquier caso. Si aparece un pedido de desafuero solicitado por un juez de primera instancia y confirmado por la Cámara, nosotros vamos a votar a favor. Porque significa que un juez que tiene todos los elementos pide el desafuero y ese desafuero es confirmado por otra instancia. Entonces, existen elementos de peso que ameritan tomar esa medida.
–¿La causa de los cuadernos quedaría fuera de la Ley de Extinción de Dominio por una cuestión de retroactividad?
–Nosotros no estamos de acuerdo con el proyecto como salió de la Cámara de Senadores, porque el tema de los cuadernos no se podría juzgar. La extinción de dominio es un remedio excepcional. En general se aplica para los delitos de narcotráfico, terrorismo de Estado, tráfico de armas o corrupción.
–En los últimos meses, la imagen del Presidente Macri cayó 9 puntos y algunos ya especulan con el «Plan V» y la fórmula Vidal-Stanley. ¿Qué opina como armador de Cambiemos?
–Yo soy presidente del partido y formo parte de un equipo que participa del armado, pero creo que el liderazgo del Presidente, más allá de los inconvenientes coyunturales, está vital. Confío en las decisiones que ha tomado para salir adelante y entiendo que es el candidato natural de Cambiemos para el 2019.
Fuente: Infobae